En los últimos años, los paraísos fiscales han sido objeto de una creciente atención por parte de la comunidad internacional. Esto se debe a que estos territorios se caracterizan por ofrecer condiciones fiscales muy favorables, lo que los convierte en un atractivo refugio para el fraude fiscal, el blanqueo de capitales y otras actividades ilícitas.
Las potencias europeas han sido las principales impulsoras de las medidas contra los paraísos fiscales. En 2013, la Unión Europea aprobó la Directiva Antifraude Fiscal, que establece una serie de requisitos para los países europeos y los territorios de ultramar que desean evitar ser incluidos en una lista negra de paraísos fiscales.
Estas medidas han tenido un impacto importante en los paraísos fiscales europeos, como Suiza, Luxemburgo y Andorra. Estos países han tenido que adoptar medidas para mejorar su transparencia y cooperación internacional, lo que ha reducido su atractivo para los actores que buscan evadir impuestos o blanquear capitales.
Panamá: ¿Un paraíso fiscal?
Panamá es uno de los países latinoamericanos que ha sido considerado como un paraíso fiscal. El país cuenta con una larga tradición como centro financiero internacional, y su sistema tributario ofrece una serie de ventajas para las empresas y los particulares extranjeros.
Sin embargo, el gobierno panameño ha negado reiteradamente que su país sea un paraíso fiscal. En una carta enviada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2016, el gobierno panameño afirmó que «no somos un paraíso fiscal, ya que nuestro país cuenta con un marco legal mucho más regulado y estricto que el de aquellos países considerados como tal».
El gobierno panameño sostiene que el país cuenta con un sistema tributario estrictamente territorial, que solo grava las rentas obtenidas en Panamá. Esto significa que las empresas y los particulares extranjeros no están obligados a pagar impuestos en Panamá por las rentas obtenidas en otros países.
Además, el gobierno panameño ha adoptado una serie de medidas para mejorar su transparencia y cooperación internacional. En 2015, Panamá aprobó una ley que establece el intercambio automático de información fiscal con otros países.
Panamá y la OCDE
La OCDE ha sido uno de los principales críticos de los paraísos fiscales. En 2017, la OCDE publicó la lista negra de paraísos fiscales, en la que Panamá figuraba como uno de los 10 países «no cooperantes».
El gobierno panameño ha trabajado para salir de la lista negra de la OCDE. En 2018, Panamá firmó un acuerdo con la OCDE para implementar una serie de reformas a su sistema fiscal y financiero.
En 2021, la OCDE anunció que Panamá había cumplido con los requisitos para salir de la lista negra. Sin embargo, el país sigue siendo objeto de la vigilancia de la OCDE.
Impacto de los paraísos fiscales
Los paraísos fiscales tienen un impacto negativo en la economía global. Estos territorios facilitan el fraude fiscal, el blanqueo de capitales y otras actividades ilícitas, lo que priva a los gobiernos de los ingresos necesarios para financiar servicios públicos esenciales.
Además, los paraísos fiscales pueden distorsionar el comercio internacional, ya que las empresas pueden transferir sus beneficios a estos territorios para evitar pagar impuestos.
Panamá es uno de los países latinoamericanos que ha sido considerado como un paraíso fiscal. Sin embargo, el gobierno panameño ha tomado medidas para mejorar su transparencia y cooperación internacional.
El caso de Panamá es un ejemplo de cómo los países pueden adoptar medidas para cumplir con las normas internacionales contra los paraísos fiscales, sin comprometer su atractivo como centros financieros internacionales.